WANDERLUST – LO DIFÍCIL ES REGRESAR

¿QUÉ ES EL WANDERLUST?

Mucha gente define el término “Wanderlust” como la pasión por viajar o por los viajes. Mientras tanto, otros muchos van un poco más allá y lo describen como una necesidad inmensa e incontrolable, que sólo puede ser saciada al realizar un viaje (a cualquier lado, y por cualquier medio necesario). 

Qué es el Wanderlust

Personalmente pienso que tanto el significado, como el propio sentimiento de “Wanderlust”, puede variar mucho de acuerdo a cada situación y también según la forma de ser de cada quien.

Si (como la mayoría de las personas) vives dentro de esa rutina que se basa en ir de la casa al trabajo y viceversa, día tras día y año tras año, en algún momento de tu vida tendrás una de estas dos cosas: O encuentras la comodidad y seguridad con tu rutina diaria, o te inunda ese sentimiento de “si paso un solo día más así, realmente voy a volverme loco”. 

En mi caso (si me has leído antes en este otro blog probablemente lo sepas), la segunda opción fue la ganadora.

Fue justamente ese sentimiento “wanderlust” de que había tanto por ver y que yo me lo estaba perdiendo todo, malgastando mis días metida en el tráfico para ir a mi trabajo de 8 horas de lunes a viernes.

Ese sentimiento fue el que me impulsó a mover cielo y tierra para encontrar la manera de no tener que regresar nunca más a esa rutina, y salir a recorrer el mundo de forma permanente

CÓMO EL WANDERLUST PUEDE AFECTAR TU VIDA

Cuando realmente sientes que corren por tus venas esas ganas enormes de viajar y conocer, regresar a casa puede llegar a ser muy difícil, ya que como dice Kellie Donnelly en su texto para Thought Catalog, “todos hablamos sobre lo difícil que es irnos, pero pocos hablamos sobre regresar a casa”.

viajar por el mundo

Aunque viajar signifique dejar tu casa, familia y amigos para irte a un lugar lejano (donde probablemente te sientas solo por algún tiempo), también es cierto que recorrer rincones maravillosos, conocer gente nueva, enamorarte de la comida y los paisajes, aprender sobre culturas, nuevos idiomas y también mucho sobre ti mismo, es simplemente maravilloso.

Al regresar, tus allegados irán a recibirte al aeropuerto con un gran abrazo de bienvenida, le darás a cada uno el “souvenir” que le trajiste, mientras te piden muy entusiasmados que les cuentes las anécdotas de tu viaje y les muestres muchas fotos. Y se supone que luego, todo volverá a la “normalidad”.

Cada quien vuelve a su respectiva rutina, en tu trabajo te encuentras con un montón de cosas pendientes que se acumularon mientras estabas de vacaciones y vuelves a compartir con tu familia y amigos regularmente. Y sigues la mayor parte de tu tiempo metido en la oficina y en esa fila interminable de automóviles que no te dejan llegar rápido a casa para intentar dormir al menos 8 horas seguidas. 

ESE INEXPLICABLE SENTIMIENTO DE NO “ENCAJAR”

El problema es que una vez que vives esa experiencia y despiertas al “wanderlust” que siempre estuvo allí, dormido dentro de ti, no hay vuelta atrás. Y por más que intentas encajar en esa vida “normal”, nunca vuelves a sentirte satisfecho.

La realidad te pega de golpe y te das cuenta que allí no es donde tú quieres estar, porque lo único en que piensas es en volver a subirte a un avión para seguir explorando.

Una parte muy grande de ti no se ajusta a la vida que llevas y sabes que has cambiado para siempre, que todos esos lugares que visitaste y la gente que conociste, despertaron en ti algo que no se irá nunca más.

El Wanderlust

Tus sueños ya no son los mismos (ahora son mucho más profundos), tus aspiraciones se volvieron más grandes y muy probablemente no concuerdan con el modelo tradicional de una vida perfecta que la sociedad y tu familia (o incluso tu “yo” del pasado) querían para ti.

TU FAMILIA Y AMIGOS SE DAN CUENTA QUE NO ERES EL MISMO QUE SE FUE

Percibes a los demás de forma distinta porque aquellos que un día fueron tus mejores amigos, ahora parecen tener muy poco en común contigo y quieres con todas tus fuerzas que comprendan lo que sientes.

Sin embargo, para alguien que no ha vivido lo que tú, es muy difícil entender la forma en que se desarrollan tus pensamientos una vez dejas de vegetar en tu rinconcito de la tierra y sales a recorrer el mundo. Y empiezas a sentirte molesto (y muchas veces como alguien extraño) en tu propio círculo.

Cuando un viaje te cambia a ese punto, lo único que quieres hacer es irte de nuevo. Algunos le llaman el “travel bug”, que es la necesidad de regresar a ese lugar donde quienes te rodeen hablen tu mismo idioma, aunque su lengua sea el tailandés y la tuya, el español.

Ese idioma sin nombre en el que se logra explicar lo que significa irse, experimentar, aprender, cambiar y evolucionar, para luego llegar a “casa” y sentirte más perdido en la ciudad donde viviste toda la vida, que en los lugares en los que se supone eras un extranjero.

¿SE PUEDE SENTIR WANDERLUST SIN HABER VIAJADO?

¡Claro que sí! Soy de la opinión de que, en algún momento de nuestras vidas, todos experimentamos la pasión por los viajes, sólo que a diferentes niveles.

Te preguntaré algo: Al ver en las redes sociales una foto de alguien en una hamaca bajo las palmeras de una playa exótica y lejana, con una bebida en la mano que luce deliciosa, ¿quién no ha querido (aunque sea por un momento) cambiar de lugar con esa persona? Realmente creo que la respuesta es: ¡Nadie!

síndrome del eterno viajero

En un mundo ideal, todos tendríamos los medios y el tiempo necesarios para poder viajar cada vez que lo deseemos; pero lo cierto es que usualmente las responsabilidades tienden a interferir y a veces (en ciertos momentos) no hay mucho que podamos hacer al respecto.

¿CÓMO COMBATIR EL WANDERLUST?

¡Pues simplemente no lo hagas! Aunque actualmente tu situación no sea la ideal para poder irte de viaje, que sientas esas ganas de comerte el mundo bocado a bocado, es de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida. 

Utiliza esa motivación para impulsarte y buscar la forma de hacer tu sueño realidad. Y luego viaja a cada pueblo, ciudad, país y continente que puedas, conociendo gente y culturas nuevas y aprendiendo algo de cada uno de ellos. Prueba tantos sabores como existan, conoce todo lo que el mundo tiene para ofrecerte y vive tu vida como realmente quieres vivirla.

Quienes nos sentimos así, es porque de alguna forma nos dimos cuenta que viajar es mucho más que salir de tu país. Viajar es abrir tu mente y corazón a un sinfín de nuevas posibilidades, enfrentarte a situaciones que nunca habrías encontrado en tu lugar de origen y aprender a manejarlas solo. Simplemente, viajar es adoptar ese sentido de libertad que no te brinda ninguna otra cosa. 

Un viaje te regalará recuerdos y experiencias que nadie podrá quitarte jamás. No hay nada como despertarte solo en un país extraño, para aprender a conectarte contigo mismo y conocerte a un nivel mucho más profundo y, si sientes esa inquietud enorme por viajar, es porque tu mente y espíritu la necesitan, así que no la ignores. 

¿QUÉ HACER SI AHORA MISMO NO PUEDES VIAJAR?

Si las ganas de salir de casa son muchas y en este momento no puedes costearte un viaje al extranjero, o no tienes el tiempo suficiente, una opción viable podría ser un recorrido dentro de tu región. 

carretera - road trip

En cada país del mundo existen sitios, gente y comida maravillosos y por más pequeño que sea el tuyo (yo vengo de uno), probablemente no lo conoces en su totalidad y el simple hecho de poder alejarte por unos días de tu casa y de tu rutina, te ayudará a sentirte mucho mejor. 

Otra cosa con la que puedes iniciar, es buscar la forma de generar dinero extra, abrir una cuenta de ahorros para tu próximo viaje y empezar a planearlo (cuáles son los países que quieres visitar y lo que deseas conocer en cada uno de ellos). Esto no solo te mantendrá animado y enfocado, sino que te acercará cada vez más a tu gran sueño. 

Por último, me gustaría compartir contigo uno de los poemas del gran Maestro Gabriel García Márquez, que en su momento me ayudó a darme cuenta que no era tan loco todo aquello que sentía. O quizá sí, pero eso realmente no importaba. 

Viajar es vestirse de loco,
es decir “no me importa”,
es querer regresar.

Regresar valorando lo poco,
saboreando una copa,
es desear empezar.

Viajar es sentirse poeta,
es escribir una carta,
es querer abrazar.

Abrazar al llegar a una puerta,
añorando la calma,
es dejarse besar.

Viajar es volverse mundano,
es conocer otra gente,
es volver a empezar.

Empezar extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte,
es sentir soledad.

Viajar es marcharse de casa,
es vestirse de loco
diciendo todo y nada con una postal.

Es dormir en otra cama,
sentir que el tiempo es corto,
viajar es regresar.