SAN FRANCISCO, CALIFORNIA: UN DESTINO PARA “SOLO-TRAVELERS”

Viajar siempre ha sido una de las motivaciones más grandes de mi vida. Conocer el mundo y experimentar otras culturas me hace feliz y me apasiona como ninguna otra cosa. Sin embargo hacerlo sola, aventurarme sin nadie más que mi propia compañía, nunca cruzó mi mente.

Ya llevaba un año viviendo lejos de mi familia y seres queridos en otro país, pero nunca me había animado a irme sola hasta que coordinar los viajes con mis nuevos amigos se empezó a complicar. Algo que tuve claro al irme de mi país era que nada me impediría conocer la mayor cantidad de lugares posibles. Sin embargo, siempre tuve temor.

Después de pensarlo varias veces al fin opté por dejar el miedo y los prejuicios a un lado, para irme como viajera por mi cuenta. Las ventajas de viajar solo son infinitas, nadie más influye en el itinerario y uno saca provecho de la oportunidad a su propio ritmo. Además, es un hecho que uno hace amigos en el camino especialmente si se hospeda en un hostal, pues hay muchas más personas en el mismo plan.

SAN FRANCISCO, CALIFORNIA

El destino que escogí para viajar sola fue San Francisco, California y la verdad es que no pude escoger un mejor lugar para esa primera experiencia como “solo-traveler”. Aquí mi grata experiencia y recomendaciones para aquellos que como yo, deseen conocer esta maravillosa ciudad con su mejor compañero de viajes: ustedes mismos.

Después de una larga travesía aérea desde el Medio Oeste estadounidense, llegué a la ciudad de San Francisco y me instalé en el hostal. Soy bastante organizada y precavida así que ya tenía las rutas del transporte público planeadas para movilizarme de aquí para allá.

Si bien es bastante útil, lo cierto es que la mitad del trabajo se hace allí, viviendo la ciudad que es cuando uno en realidad la comprende lo suficientemente bien como para estar en ella un par de días o semanas. En ese sentido San Francisco es bastante amigable, pues no es muy grande y el sistema de transporte público es muy bueno.

Después de descansar esa noche, oficialmente inició la aventura. Muchas personas me dijeron que en tres días podría recorrer San Francisco, pero lo cierto es que un poco más de una semana no me fue suficiente.

QUÉ VER EN SAN FRANCISCO – ITINERARIO DE 7 DÍAS

Es importante mencionar que así se recorran los mismos lugares una y otra vez, hay mucho por vivir y experimentar de la ciudad. La mayoría del tiempo caminé y lo recomiendo a ojos cerrados, pero cabe mencionar que puede ser agotador pues la ciudad está llena de lomas bien empinadas, por lo que uno sube y baja todo el tiempo.

ITINERARIO SAN FRANCISCO – DÍA 1

El primer día fui al parque natural Muir Woods a las afueras de la ciudad. Opté por no rentar un carro ya que no tendría con quién compartir gastos, así que decidí que la mejor opción para llegar allá era tomando un tour que me llevaría hasta la entrada del parque.

No soy fanática de los tours, la verdad es que considero que hay mejores formas de conocer una ciudad pero dada la distancia y el corto tiempo que estaría en San Francisco, hice mi reserva.

Antes de llegar hay una parada corta en Sausalito, un pequeño pero hermoso pueblo californiano. Ir al parque vale mucho la pena, si a uno le gusta estar en medio de la naturaleza y hacer caminatas en bosque como es mi caso.

Ver algunos de los árboles más altos del mundo (sequoia o secuoya gigante) es hermoso, hay diferentes senderos y se puede caminar tanto como se desee. Lo recomendable es ir temprano para aprovechar el tiempo al máximo, definitivamente se puede ir un día entero en el parque dependiendo de los gustos.

A mi regreso a San Francisco almorcé-cené en Fisherman’s Wharf (más adelante hablaré de este lugar), con dos mujeres canadienses que conocí en el bus. Fue muy grato conocerlas y puedo decir que su amabilidad es uno de los mejores recuerdos del viaje.

ITINERARIO SAN FRANCISCO – DÍA 2

El segundo día caminé por Embarcadero desde el edificio del Ferry hasta Fisherman’s Wharf, un zona turística de la ciudad en donde se encuentran todos los muelles. Es un lugar atractivo con buenos restaurantes (deliciosa comida de mar), el famosos Pier 39 y sus leones marinos, curiosas tiendas de todo tipo y una exclusiva vista de Alcatraz y la bahía.

Los músicos en la calle recrean un ambiente muy agradable para caminar. Probar el pan de masa fermentada es algo que no se puede olvidar, la panadería Boudin es un clásico con sus panes en forma de animales. Pero lo más recomendado es comer un postre en Rocky Mountain Chocolate Factory, imprescindible!

Llegué hasta el Jeremiah O’Brien, un buque restaurado de la Segunda Guerra Mundial. Entrar es un poco costoso, pero es una experiencia única.

Después fui hasta Alcatraz en la embarcación que llega hasta la prisión. Es muy interesante, el audio tour que incluye la ida es muy sugestivo, vale la pena recorrer toda la cárcel y conocer sus historias. Desde allí, la vista de San Francisco y el Golden Gate es maravillosa.

ITINERARIO SAN FRANCISCO – DÍA 3

El tercer día caminé como ningún otro, empecé mi recorrido visitando Civic Center y United Nations Plaza. Allí se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad, la biblioteca pública, el Museo de Arte Asiático y múltiples monumentos.

Esta zona también alberga ciertas oficinas de agencias federales y es el epicentro de las artes en la ciudad (Ópera de San Francisco, Orquesta Sinfónica, entre otros). Seguí caminando hasta llegar a Alamo Square, fue una caminata larga pero valió la pena. Recorrí hermosos barrios residenciales hasta llegar al famoso parque donde se encuentran las casas victorianas más conocidas como Painted Ladies.

Podrá ser un cliché pero la verdad ir allí es imprescindible. No sólo se ven las coloridas casas sino que la estratégica ubicación del parque permite contrastar esta cara clásica de la ciudad con la moderna del distrito financiero. Las fotos que se pueden tomar desde allí son únicas.

Después de pasar un buen rato en Alamo Square me dirigí al Golden Gate Park en una caminata casi igual de larga. De camino me encontré en Haight- Ashbury, un interesante barrio en el que se originó parte del movimiento hippie de mediados de los 60. Finalmente llegué al gigantesco parque en el que se respira naturaleza por doquier; debo advertir que es muy fácil perderse así que es necesario estar atento. Sólo entré al Jardín Japonés que a propósito es hermoso, pero hay atracciones para todos los gustos.

Está la Academia de Ciencias, un par de Museos, el Conservatorio de Flores y muchas más cosas por conocer. Cabe mencionar que cada uno de estos sitios tiene un costo por entrar.

ITINERARIO SAN FRANCISCO – DÍA 4

El cuarto día me fui en Tranvía hasta Lombard Street y después caminé por todo el barrio italiano hasta llegar a Chinatown. Usar el histórico medio de transporte es una experiencia imperdible, algo costosa pero única, recomiendo hacerlo al menos una vez.

La famosa calle en zigzag es preciosa pero lo cierto es que de cerca no se puede apreciar bien su forma, es mejor verla desde abajo en el distrito italiano.

Después de tomar mis fotos arriba en la intersección de Lombard Street con Leavenworth Street, por casualidad caminé como quien va hacia la bahía y encontré una de las vistas más hermosas en Francisco Street.

Se trata de un punto estratégico en el que se ve parte de la ciudad, una exclusiva zona residencial y Alcatraz al fondo, el contraste de colores es privilegiado. Muy cerca de allí en Hyde Street, también se pueden tomar muy buenas fotos ya que es una calle bastante empinada desde donde se ve la bahía, Alcatraz, el Golden Gate y los Tranvías.

De North Beach, el barrio italiano, destaco los restaurantes y cafés, Washington Square y la Iglesia de San Pedro y San Pablo. Se percibe un ambiente particularmente católico a lo largo y ancho del distrito.

A un par de cuadras se encuentra ubicado el barrio chino, sus mercados y tiendas ofrecen una variedad infinita de productos y comida exótica que sabiendo escoger el restaurante, brindan una deliciosa experiencia gastronómica.

ITINERARIO SAN FRANCISCO – DÍA 5

El quinto día fue el mejor de todos pues caminé el Golden Gate de ida y regreso. Este icónico puente es más imponente de lo que parece, sus casi tres kilómetros de largo parecen poco cuando se percibe su altura. Su color combina perfecto con el mar y el horizonte de la ciudad, la vista es indescriptible.

Si no le gusta caminar puede alquilar una bicicleta, pero recorrerlo es imperdible.  Usé el transporte público para llegar hasta la entrada y ahí empecé la caminata. Hace demasiada brisa así que es recomendable llevar saco o chaqueta.

Después de una par de horas en el puente tomé un bus hasta el Palacio de Bellas Artes, un bellísimo complejo arquitectónico de inspiración romana que fue construido para la Exposición Universal de 1915, en el que se pueden tomar hermosas fotos. Para terminar el día caminé hasta El Presidio, una antigua fortaleza militar española que hoy en día es un hermoso parque con exclusivas vistas de la bahía.

ITINERARIO SAN FRANCISCO – DÍA 6

El sexto día fui a Japantown, a la playa del Golden Gate Park y terminé el día en Union Square. Japantown es una zona muy pequeña pero agradable, hay buenos restaurantes y tiendas muy curiosas. Por fortuna los nombres de las calles también están en inglés, de lo contrario sería imposible ubicarse en el área.

Después de un delicioso almuerzo tomé un bus con destino a Ocean Beach, una linda y helada playa en la que a cualquier desprevenido el viento se le puede llevar sus pertenencias. Caminar un buen rato por ahí llena de paz, vale la pena dar un vistazo allí si se está recorriendo la ciudad.

De regreso al centro, caminé un buen rato por Union Square, una exclusiva zona comercial y recreativa de San Francisco en la que se encuentran las mejores tiendas, almacenes de lujo, muy buenos restaurantes y una que otra galería.

ITINERARIO SAN FRANCISCO – DÍA 7

Para terminar mi viaje por San Francisco, el séptimo y último día antes de regresar a mi país sólo tuve tiempo de ir a Ghirardelli Square, la plaza en la que alguna vez estuvo la fábrica de la famosa compañía de chocolates del mismo nombre. Ahora hay una enorme tienda de la chocolatería y aunque esta marca se consigue en muchas partes, allí vale la pena tomar un chocolate caliente o una malteada. Es algo costoso pero incomparable.

Así terminó mi travesía por San Francisco, una ciudad que recomiendo sin lugar a dudas. Si bien me faltó conocer un par de lugares, creo que tuve un muy buen panorama de la misma y algunos de sus lugares más especiales. Siempre estaré agradecida con San Francisco por regalarme la oportunidad de hacer lo que más me gusta, viajar, apreciando y valorando mi propia compañía por primera vez.